Fue una tarde nublada, salistes rumbo a la universidad con las mismas ansías de siempre, luego de clases nos veríamos en la plaza, te espere hasta tarde y nunca llegastes, solo vi a unas personas comentar que a escasos metros del lugar donde me encontraban habían asesinado a una universitaria, me dije a mi mismo “normal en esta ciudad”.
Fui a mi casa ya cansado de esperar, llegue con la esperanza de llamarte y que me atendieras como siempre con tu dulce voz, no fue así atendió tu madre con voz entrecortada, te habían asesinado, eras aquella muchacha de quien hablaban, perdí el control lloré como niño mi gran amor se había ido de mis manos.
Te opusiste a aquel robo y por ello, aquella persona te quito la vida por el simple echo de que no fuese como los demás, que por miedo se dejan llevar, maldita la hora en la muerte se cruzó en tu camino, todo fuese distinto.
Ya no quiero ni salir de estas cuatro paredes, lo único que hago es vivir aquí de los recuerdos, ya ni duermo, ni como, creo que para la sociedad ya no existo porque hace mucho que no salgo a la luz del día, prefiero salir cuando la noche me sirve de confidente, bajo el cielo estrellado todo es más calmado, puedo ver tu cara dibujada entre las estrellas, la brisa que acaricia mi rostro son como tus manos afirmándome el amor que por mi sentías.
No quiero creerme egoísta porque aún no te dejo marchar vives en mis sueños, en mi corazón y en mi mente, es como tenerte a veces enfrente puedo verte, aunque no podré tocarte porque se que solo eres parte del juego que mi mente crea con mi corazón, ese que me hace sentirme en otro mundo en el que solo estamos tu y yo.
Un par de puñaladas en tu abdomen fueron suficientes para acabar contigo, espero haya sido inmediata tu muerte, y que no quedaras agonizando y sufriendo, se que sufriste mas no por el hecho del dolor físico, sino porque alguien podía con tanto odio acabar con la vida de alguien tan solo por querer algo que con tanto esfuerzo lograstes tener, y el en vez de luchar como todos, prefirió el camino fácil, el de los ignorantes y hasta desafortunados, “robar”, robar los sueños, esperanzas, logros, alegrías y lo más importante “la vida”.
Dime por favor quien te dio el derecho de arrebatar algo tan valioso, acaso las mismas personas que se encargaron a traerla al mundo te dieron ese permiso, no lo creo; espero sufras el doble de lo que me estas haciendo sufrir ahora, con lagrimas en mis ojos pido justicia, pero no la del hombre, pido justicia divina en tu contra, necesito verte sufrir para que sepas lo que sufrió ella.
Lo único que me queda es observar tu lápida, deteriorada con el pasar del tiempo, cada vez que la veo, recuerdo que quien te llevó hasta ahí aun anda libre, no tiene idea de lo que hizo no solo acabo con tu vida, también acabo con la mía…
Todos perdemos a alguien de distintas maneras, pero cuando es por la delincuencia no solo existe el dolor de la pérdida sino la ira por la injusticia. Que descancen en paz aquellos que cayeron ante la mano de los ignorantes.
Fui a mi casa ya cansado de esperar, llegue con la esperanza de llamarte y que me atendieras como siempre con tu dulce voz, no fue así atendió tu madre con voz entrecortada, te habían asesinado, eras aquella muchacha de quien hablaban, perdí el control lloré como niño mi gran amor se había ido de mis manos.
Te opusiste a aquel robo y por ello, aquella persona te quito la vida por el simple echo de que no fuese como los demás, que por miedo se dejan llevar, maldita la hora en la muerte se cruzó en tu camino, todo fuese distinto.
Ya no quiero ni salir de estas cuatro paredes, lo único que hago es vivir aquí de los recuerdos, ya ni duermo, ni como, creo que para la sociedad ya no existo porque hace mucho que no salgo a la luz del día, prefiero salir cuando la noche me sirve de confidente, bajo el cielo estrellado todo es más calmado, puedo ver tu cara dibujada entre las estrellas, la brisa que acaricia mi rostro son como tus manos afirmándome el amor que por mi sentías.
No quiero creerme egoísta porque aún no te dejo marchar vives en mis sueños, en mi corazón y en mi mente, es como tenerte a veces enfrente puedo verte, aunque no podré tocarte porque se que solo eres parte del juego que mi mente crea con mi corazón, ese que me hace sentirme en otro mundo en el que solo estamos tu y yo.
Un par de puñaladas en tu abdomen fueron suficientes para acabar contigo, espero haya sido inmediata tu muerte, y que no quedaras agonizando y sufriendo, se que sufriste mas no por el hecho del dolor físico, sino porque alguien podía con tanto odio acabar con la vida de alguien tan solo por querer algo que con tanto esfuerzo lograstes tener, y el en vez de luchar como todos, prefirió el camino fácil, el de los ignorantes y hasta desafortunados, “robar”, robar los sueños, esperanzas, logros, alegrías y lo más importante “la vida”.
Dime por favor quien te dio el derecho de arrebatar algo tan valioso, acaso las mismas personas que se encargaron a traerla al mundo te dieron ese permiso, no lo creo; espero sufras el doble de lo que me estas haciendo sufrir ahora, con lagrimas en mis ojos pido justicia, pero no la del hombre, pido justicia divina en tu contra, necesito verte sufrir para que sepas lo que sufrió ella.
Lo único que me queda es observar tu lápida, deteriorada con el pasar del tiempo, cada vez que la veo, recuerdo que quien te llevó hasta ahí aun anda libre, no tiene idea de lo que hizo no solo acabo con tu vida, también acabo con la mía…
Todos perdemos a alguien de distintas maneras, pero cuando es por la delincuencia no solo existe el dolor de la pérdida sino la ira por la injusticia. Que descancen en paz aquellos que cayeron ante la mano de los ignorantes.
Lesb Peqña
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